Mujeres A Los Pies De Jesus Versículo Del Día
¡Bendiciones a todos mis amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes un mensaje inspirador sobre el poderoso ejemplo de las mujeres que se acercaron a los pies de Jesús. Encontramos en la Palabra de Dios muchos relatos que muestran cómo estas mujeres valientes y llenas de fe encontraron consuelo, sanidad y transformación al rendirse ante los pies del Señor.
En primer lugar, recordemos a María de Betania, quien ungió los pies de Jesús con perfume costoso y los secó con sus cabellos. Este acto de adoración y humildad conmovió a todos los presentes, y Jesús mismo declaró: «De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho para memoria de ella» (Mateo 26:13).
María entendió que no había nada más valioso que postrarse a los pies de Jesús y ofrecerle todo lo que tenía. Su acto de amor y devoción nos enseña que debemos rendir nuestras vidas por completo al Señor, sin importar el costo. Al hacerlo, experimentaremos la dulce fragancia de su presencia y seremos recordados por generaciones venideras.
Otro ejemplo poderoso es el de la mujer que sufría de flujo de sangre durante doce años. A pesar de haber gastado todo su dinero en médicos sin encontrar alivio, ella perseveró en su fe y se acercó a Jesús. Con determinación, tocó el borde de su manto, y al instante fue sanada. Jesús, al darse cuenta de que había salido poder de él, le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz, y queda sana de tu azote» (Marcos 5:34).
Esta mujer valiente nos enseña que no debemos permitir que las circunstancias nos alejen de los pies de Jesús. Aunque el mundo nos diga que no hay esperanza, que no hay solución para nuestros problemas, debemos perseverar en nuestra fe y buscar a Jesús con todo nuestro corazón. Él es el único que puede sanar nuestras heridas y restaurar nuestra vida por completo.
Un tercer ejemplo inspirador es el de la mujer pecadora que se acercó a Jesús mientras él estaba cenando en casa de un fariseo. Esta mujer, conocida por su vida de pecado, se postró ante los pies de Jesús, lavándolos con sus lágrimas y secándolos con sus cabellos. Jesús, viendo su arrepentimiento genuino y su amor desbordante, le dijo: «Tus pecados te son perdonados» (Lucas 7:48).
Esta historia nos muestra el amor incondicional de Jesús hacia los pecadores arrepentidos. No importa cuán lejos hayamos caído, cuántas veces hayamos fallado, Jesús está dispuesto a perdonarnos y restaurarnos. Al postrarnos ante sus pies y reconocer nuestra necesidad de su gracia, experimentaremos el gozo y la liberación de su perdón.
Queridos hermanos y hermanas, que estos ejemplos de mujeres que se acercaron a los pies de Jesús nos inspiren a buscar más de su presencia en nuestras vidas. No importa cuáles sean nuestras circunstancias, cuánto hayamos sufrido o qué errores hayamos cometido en el pasado, Jesús está esperando con los brazos abiertos para recibirnos y transformarnos. Rindámonos a sus pies, ofrezcámosle todo lo que somos y permitámosle obrar en nosotros.
Así que hoy te animo a acercarte a los pies de Jesús, a rendirle tu vida por completo y a experimentar su amor inigualable. Que tus acciones, al igual que las de María de Betania, la mujer con flujo de sangre y la mujer pecadora, sean recordadas por generaciones como un testimonio de fe y devoción a nuestro amado Salvador.
Mujeres A Los Pies De Jesus Versículo Del Día:
«Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.» (Juan 12:3)
¡Que Dios los bendiga ricamente y les dé la fortaleza para acercarse a los pies de Jesús en todo momento! Amen.