Versículo: «La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve» (Hebreos 11:1, Reina Valera 1960).
Hermanos y hermanas en Cristo, es un honor dirigirme a ustedes en el nombre del Señor para reflexionar sobre un versículo poderoso y transformador: «La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve» (Hebreos 11:1). Este versículo, conocido como «Versículo La Fe Es La Certeza», encapsula la esencia misma de nuestra fe cristiana.
La fe es un regalo divino que nos permite creer en lo invisible, confiar en lo desconocido y tener esperanza en medio de las dificultades. Nos dice la Palabra de Dios que, a través de la fe, podemos alcanzar lo inalcanzable, ver lo invisible y lograr lo imposible. Nuestra fe en Jesucristo nos sostiene y nos fortalece en cada paso de nuestro camino.
Cuando enfrentamos pruebas y tribulaciones, es fácil perder de vista nuestra fe y permitir que el temor y la duda se apoderen de nosotros. Sin embargo, este versículo nos recuerda que la fe es la certeza de lo que se espera. No importa cuán difícil sea nuestra situación, debemos recordar que Dios está obrando detrás de escena, cumpliendo Sus promesas y preparando un camino para nosotros.
La fe no se basa en lo que vemos u oímos, sino en la convicción de lo que no se ve. Es confiar en el carácter inmutable de Dios y en Su fidelidad para cumplir Su Palabra. Aunque nuestras circunstancias puedan gritar lo contrario, nuestro Dios es un Dios de milagros y de lo imposible.
Cuando Abraham fue llamado por Dios para dejar su tierra y su parentela, él creyó en la promesa divina de que sería bendición para todas las naciones. A pesar de no ver cómo se cumpliría esta promesa, Abraham confió en Dios y su fe le fue contada por justicia. Su fe fue la certeza de lo que se esperaba y la convicción de lo que no se veía.
Queridos hermanos y hermanas, ¿qué es lo que esperamos en nuestra vida cristiana? ¿Qué promesas de Dios estamos esperando que se cumplan? Nuestra fe debe ser firme y constante, sabiendo que Dios siempre cumple Sus promesas en el tiempo perfecto.
La fe nos capacita para seguir adelante incluso cuando el camino se oscurece y los obstáculos parecen insuperables. Nos permite creer que Dios tiene un propósito y un plan para nuestras vidas, aunque no podamos verlo en este momento. La fe nos invita a confiar en Dios y a descansar en Su amor y en Su poder.
Hermanos y hermanas, la fe es un llamado a vivir una vida de esperanza y confianza en Dios. Es un recordatorio de que no estamos solos en nuestros desafíos y que tenemos un Padre celestial que nos acompaña en cada paso de nuestro camino.
En momentos de duda y desesperanza, recordemos el Versículo La Fe Es La Certeza: «La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve» (Hebreos 11:1). No importa cuán difícil sea nuestra situación, confiemos en Dios y en Sus promesas. Él es fiel y Su amor nunca falla.
Que este versículo sea un faro de esperanza en medio de la oscuridad y una guía en nuestro caminar diario. Que nuestra fe sea sólida y constante, y que podamos vivir una vida de convicción y certeza en el poder y el amor de nuestro Señor Jesucristo.
Versículo La Fe Es La Certeza: «La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve» (Hebreos 11:1). Que esta verdad se arraigue en nuestros corazones y nos guíe en todo momento. Que nuestra fe sea inquebrantable y que confiemos plenamente en el Señor, sabiendo que Él siempre cumple Sus promesas.
Que Dios les bendiga abundantemente y que nuestra fe en Él nunca decaiga. Amén.
Versículo La Fe Es La Certeza: «La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve» (Hebreos 11:1).