Versiculo Misionero: A Call to Spread the Good News
¡Bendiciones hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes acerca del versiculo misionero que se encuentra en Mateo 28:19-20: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Estas palabras de Jesús son un llamado directo a cada uno de nosotros como creyentes. Nos insta a salir de nuestras zonas de confort y llevar el mensaje del evangelio a todas las naciones. El versiculo misionero nos recuerda que no estamos aquí solamente para ser bendecidos, sino también para ser una bendición para los demás.
El mandamiento de Jesús es claro: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones.” No hay restricciones ni limitaciones en cuanto a a quién debemos compartir el evangelio. Nuestro llamado es global. Cada persona en cualquier lugar del mundo necesita escuchar la verdad transformadora del amor de Dios.
La tarea puede parecer abrumadora, pero Jesús nos asegura: “he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” No estamos solos en esta misión. El Espíritu Santo nos acompaña y nos capacita para cumplir con el llamado que Jesús nos ha dado.
Cuando pensamos en misiones, a menudo imaginamos a personas cruzando fronteras y yendo a lugares remotos. Si bien esto es parte del llamado misionero, también debemos recordar que la misión comienza en nuestro propio vecindario. Hay personas a nuestro alrededor que necesitan conocer a Cristo y experimentar su amor. Nuestro hogar y comunidad son campos misioneros donde podemos sembrar la semilla del evangelio.
La importancia del versiculo misionero radica en que nos desafía a ser discípulos activos, no solo receptores pasivos de la Palabra de Dios. Jesús nos dice: “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.” No solo debemos compartir el mensaje del evangelio, sino también enseñar a otros cómo vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios.
Ser misionero no es solo una tarea para algunos, sino un estilo de vida para todos los seguidores de Cristo. Cada uno de nosotros tiene un papel vital en la expansión del reino de Dios. Tal vez no todos estaremos en el campo misionero, pero todos podemos ser embajadores de Cristo en nuestras esferas de influencia.
En nuestro caminar misionero, es esencial recordar que no dependemos de nuestras propias fuerzas o habilidades. Confiamos en el poder de Dios y en su gracia para cumplir con su voluntad. Nuestra tarea es obedecer y confiar en que Dios hará su obra a través de nosotros.
Hermanos y hermanas, el versiculo misionero nos desafía a salir de nuestra comodidad y a compartir el amor de Cristo con el mundo. No se trata solo de ir y predicar, sino de vivir una vida que refleje a Jesús en todo lo que hacemos y decimos.
En conclusión, el versiculo misionero en Mateo 28:19-20 nos recuerda nuestro llamado como seguidores de Cristo. No importa dónde estemos, todos tenemos la responsabilidad de ser testigos del amor y la gracia de Dios. La misión no es solo para algunos, sino para todos. Que nuestras vidas sean un testimonio vivo del versiculo misionero, y que a través de nosotros, otros encuentren salvación y esperanza en Cristo Jesús.
¡Versiculo Misionero, un llamado a difundir las buenas nuevas!