Para El Que Cree Todo Es Posible Versiculo: La Fe que Mueve Montañas
¡Bendiciones a todos los creyentes en Cristo Jesús! Hoy quiero compartir con ustedes un poderoso versículo de la Palabra de Dios que nos recuerda la maravillosa promesa que tenemos en Él: «Para el que cree todo es posible» (Marcos 9:23, Reina Valera).
En nuestra vida diaria, enfrentamos diferentes desafíos y obstáculos que parecen insuperables. Nos sentimos abrumados por las circunstancias, y a veces, nos preguntamos si hay esperanza. Pero quiero animarlos hoy, hermanos y hermanas, a creer en la promesa de nuestro Señor Jesucristo. Si tenemos fe en Él, ¡todo es posible!
La fe es un regalo divino que nos permite confiar en Dios y en sus promesas. Es la certeza de lo que esperamos y la convicción de lo que no vemos (Hebreos 11:1, Reina Valera). Nuestra fe en Jesús nos capacita para enfrentar cualquier situación con valentía y esperanza, sabiendo que Él está con nosotros y tiene el control de todo.
Cuando Jesús habló estas palabras a sus discípulos, fue en respuesta a una situación difícil. Un padre había traído a su hijo poseído por un espíritu maligno, y los discípulos no pudieron expulsarlo. Pero Jesús, lleno de compasión y amor, intervino y sanó al niño. Luego, les enseñó una lección muy importante: «Para el que cree todo es posible» (Marcos 9:23, Reina Valera).
Hermanos y hermanas, esta declaración poderosa de Jesús no solo se aplicaba a aquella situación específica, sino que también es válida para nosotros hoy. No importa cuál sea el gigante que enfrentemos, no importa cuán imposible parezca la situación, si creemos en Jesús, ¡todo es posible!
La fe no se basa en nuestras habilidades o recursos, sino en el poder sobrenatural de Dios. No se trata de tener una fe perfecta, sino de confiar en Aquel que es perfecto. Dios nos invita a confiar en Él y a creer en su Palabra, sabiendo que Él puede hacer mucho más de lo que podemos imaginar (Efesios 3:20, Reina Valera).
Cuando enfrentamos desafíos en nuestra vida, a menudo nos sentimos tentados a rendirnos o a buscar soluciones en nuestras propias fuerzas. Pero hermanos y hermanas, quiero recordarles que nuestra fe no se basa en lo que vemos, sino en lo que creemos. Si confiamos en Dios y en su poder, si creemos en su Palabra y la declaramos con fe, ¡veremos milagros suceder!
La historia de la mujer con flujo de sangre nos enseña una lección poderosa sobre la fe. Después de sufrir durante doce años, ella tocó el manto de Jesús con fe, creyendo que sería sanada. Y Jesús le dijo: «Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote» (Marcos 5:34, Reina Valera). Su fe la llevó a la sanidad, y la misma fe puede llevarnos a la victoria en todas las áreas de nuestra vida.
Queridos hermanos y hermanas, no importa cuán grande sea el desafío que enfrentemos, no importa cuán imposible parezca la situación, recordemos siempre la promesa de Jesús: «Para el que cree todo es posible» (Marcos 9:23, Reina Valera). Mantengamos nuestra fe firme en Él, confiando en su poder y en su amor incondicional.
En conclusión, la fe en Jesús nos permite superar cualquier obstáculo, enfrentar cualquier desafío y alcanzar lo aparentemente inalcanzable. No importa cuán grande sea tu necesidad, cuán imposible parezca tu situación, recuerda siempre que «para el que cree todo es posible». Aférrate a esta promesa, declárala con fe y verás el poder de Dios manifestarse en tu vida.
Que esta verdad transforme tu manera de pensar y actuar. Que la fe en Jesús te inspire a vivir una vida llena de valentía, esperanza y confianza en el poder sobrenatural de nuestro Dios. ¡Para el que cree todo es posible!