Versículo Para Recoger La Ofrenda: Un acto de fe y generosidad
¡Bienvenidos, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy nos reunimos en la presencia del Señor para reflexionar sobre un tema que es fundamental en nuestra vida cristiana: la ofrenda. La ofrenda es una expresión tangible de nuestro amor y gratitud hacia Dios, y es un acto de fe y generosidad que nos permite participar en la obra del Reino de Dios.
En el libro de Proverbios, capítulo 3, versículo 9, leemos: “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos”. Estas palabras nos enseñan la importancia de honrar a Dios con nuestras posesiones y recursos. Dios es el dueño de todo, y cuando entregamos una ofrenda, reconocemos que todo lo que tenemos proviene de Él.
La ofrenda no es solo una obligación o un deber, sino un privilegio y una oportunidad de bendición. Cuando damos de corazón, sin reservas, estamos sembrando en el Reino de Dios y abriendo las puertas para que Él derrame su favor y provisión sobre nuestras vidas. En 2 Corintios 9:6, el apóstol Pablo nos anima diciendo: “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”.
La ofrenda también es un acto de confianza en Dios. Cuando entregamos nuestros recursos económicos al Señor, estamos confiando en que Él suplirá todas nuestras necesidades según sus riquezas en gloria. En Filipenses 4:19, el apóstol Pablo declara: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. No debemos temer dar nuestra ofrenda, porque Dios es fiel y siempre cumple sus promesas.
Además, la ofrenda es una oportunidad de servir a los demás y contribuir al avance del Reino de Dios. Cuando damos, estamos apoyando la labor de la iglesia, financiando proyectos misioneros, ayudando a los necesitados y compartiendo el amor de Cristo con otros. En Hechos 20:35, el apóstol Pablo cita las palabras de Jesús: “Más bienaventurado es dar que recibir”. Al dar nuestra ofrenda, estamos bendiciendo a otros y extendiendo el amor y la gracia de Dios.
Queridos hermanos y hermanas, la ofrenda es una parte integral de nuestra adoración y comunión con Dios. Es un momento sagrado en el culto donde tenemos la oportunidad de expresar nuestro amor y gratitud hacia Él. No es un momento para preocupaciones o dudas, sino un momento para confiar en que Dios suplirá todas nuestras necesidades y bendecirá nuestras vidas abundantemente.
En conclusión, Versículo Para Recoger La Ofrenda nos recuerda que honrar a Jehová con nuestros bienes y primicias es un acto de fe y generosidad. No debemos temer dar, sino confiar en que Dios es fiel para suplir todas nuestras necesidades. La ofrenda nos permite participar en la obra del Reino de Dios y bendecir a otros. Que cada ofrenda que demos sea un reflejo de nuestro amor y gratitud hacia Dios, y que Él derrame abundantes bendiciones sobre nuestras vidas.
Versículo Para Recoger La Ofrenda: Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos. – Proverbios 3:9
Que el Espíritu Santo nos guíe y mueva nuestros corazones a dar con alegría y generosidad. Que podamos experimentar las bendiciones de Dios en nuestras vidas y ser instrumentos de bendición para los demás. Recordemos siempre que la ofrenda es un acto de fe y generosidad que nos permite participar en la obra del Reino de Dios. ¡Demos con gozo y gratitud, confiando en que Dios nos suplirá abundantemente!
Versículo Para Recoger La Ofrenda: Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos. – Proverbios 3:9
Que el Señor nos bendiga y nos guíe en nuestra vida de ofrenda, que podamos seguir creciendo en nuestra fe y generosidad. Que nuestras ofrendas sean una expresión de nuestro amor y gratitud hacia Dios, y que Él las multiplique para su gloria y honra. Aprendamos a dar con alegría y confianza, sabiendo que estamos sembrando en el Reino de Dios y participando en su obra redentora.
Versículo Para Recoger La Ofrenda: Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos. – Proverbios 3:9
En el nombre de Jesús, amén.