Conéctate Con Dios

Versículo para Recoger La Ofrenda: Inspiración Divina en Tus Manos


Versículo Para Recoger La Ofrenda

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero hablarles sobre la importancia de la ofrenda en nuestra vida cristiana. La ofrenda es un acto de generosidad y gratitud hacia Dios, en el cual entregamos una porción de nuestros recursos para apoyar la obra del Señor. A través de la ofrenda, demostramos nuestro compromiso y obediencia a Dios, reconociendo que todo lo que tenemos proviene de Él.

En la Biblia encontramos numerosos versículos que nos exhortan a dar ofrendas y diezmos. Uno de ellos se encuentra en el libro de Proverbios, capítulo 3, versículo 9, que dice: «Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos». Este versículo nos enseña que debemos honrar a Dios con nuestras posesiones materiales, dedicando los primeros frutos de nuestros ingresos a Su obra.

Cuando entregamos nuestra ofrenda, estamos reconociendo que Dios es nuestro proveedor y que todo lo que tenemos es un regalo suyo. En el libro de 1 Crónicas, capítulo 29, versículo 14, el rey David declara: «Porque todo lo que está en el cielo y en la tierra es tuyo. Tuyo, Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos». Este versículo nos recuerda que Dios es el dueño de todo y que nosotros somos administradores de lo que Él nos ha dado.

La ofrenda también es un acto de adoración. En el libro de Romanos, capítulo 12, versículo 1, el apóstol Pablo nos exhorta diciendo: «Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional». Así como ofrecemos nuestra vida como sacrificio vivo a Dios, también debemos ofrecerle nuestras ofrendas con un corazón agradecido y dispuesto.

Cuando damos nuestra ofrenda, estamos participando activamente en la obra de Dios en la tierra. En el libro de Malaquías, capítulo 3, versículo 10, Dios nos desafía diciendo: «Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde». Dios nos invita a ponerlo a prueba, a confiar en Él y a experimentar Su fidelidad y provisión abundante.

Hermanos y hermanas, la ofrenda es mucho más que un deber religioso, es una oportunidad de bendición y crecimiento espiritual. A través de la ofrenda, somos partícipes de la expansión del reino de Dios en la tierra, apoyamos la predicación del evangelio, ayudamos a los necesitados y contribuimos al sostenimiento de la iglesia.

Por lo tanto, los animo a ser generosos y fieles en sus ofrendas. No den por obligación, sino con un corazón agradecido y gozoso. Recuerden las palabras del apóstol Pablo en 2 Corintios, capítulo 9, versículo 7: «Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre». Dios ama a aquellos que dan con alegría y generosidad, porque reflejan Su carácter amoroso y generoso.

En conclusión, la ofrenda es un acto de honra, adoración y participación en la obra de Dios. A través de ella, reconocemos a Dios como nuestro proveedor, confiamos en Su fidelidad y experimentamos Su bendición abundante. Así que, hermanos y hermanas, no desmayen en su compromiso de dar ofrendas. Que nuestros corazones estén dispuestos y alegres al presentar nuestras ofrendas al Señor, sabiendo que Él nos bendecirá y nos recompensará abundantemente.

Versículo Para Recoger La Ofrenda: «Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos» – Proverbios 3:9.