Conéctate Con Dios

Versículo poderoso para abrir tu servicio: ¡Descubre su mensaje impactante!


Versículo para abrir servicio: «Bendito sea Jehová, porque oyó la voz de mis súplicas» (Salmos 28:6).

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Es un privilegio estar aquí hoy, reunidos como comunidad de fe, para adorar y glorificar al Señor. Cada vez que nos reunimos en su presencia, somos bendecidos con su amor, gracia y misericordia. Hoy, quiero compartir con ustedes un versículo poderoso que nos ayudará a enfocar nuestros corazones y mentes en la presencia de Dios mientras comenzamos este servicio.

El versículo para abrir servicio que hemos seleccionado es Salmos 28:6: «Bendito sea Jehová, porque oyó la voz de mis súplicas». Este versículo nos recuerda que nuestro Dios es un Dios que escucha y responde a nuestras oraciones. Él está atento a nuestras necesidades y no nos abandona en tiempos de dificultad. Cuando nos acercamos a Dios con humildad y sinceridad, él nos bendice con su presencia y nos colma de su amor.

En este día, quiero animarlos a que abran sus corazones y compartan sus súplicas con el Señor. Él está esperando para escuchar nuestras voces y responder a nuestros clamores. No importa cuán grandes o pequeñas sean nuestras preocupaciones, Dios está listo para intervenir y mostrarnos su poder y fidelidad. No subestimemos el poder de la oración, ya que es a través de ella que nos conectamos con el Dios Todopoderoso.

Al comenzar este servicio, es importante recordar que estamos aquí para adorar y glorificar a Dios. Cada canción que cantamos, cada palabra que pronunciamos y cada acto de adoración que ofrecemos deben ser para honrar a nuestro Creador. Que nuestras voces se eleven en alabanza y gratitud, reconociendo que Dios merece toda nuestra adoración.

Asimismo, en este servicio, recordemos que somos una comunidad de creyentes. Estamos aquí para apoyarnos mutuamente, orar unos por otros y edificarnos en la fe. No seamos solo espectadores pasivos, sino participantes activos en el servicio. Que nuestras palabras y acciones demuestren el amor de Cristo y su impacto en nuestras vidas.

Hermanos y hermanas, mientras nos sumergimos en la adoración y la enseñanza de la Palabra de Dios, recordemos que él es nuestra fuente de fortaleza y consuelo. Cuando enfrentamos problemas y desafíos en nuestras vidas, podemos acudir a él en busca de consuelo y dirección. Él nos guiará en cada paso del camino y nos sostendrá en sus brazos amorosos.

Al concluir este servicio, recordemos el versículo para abrir servicio que hemos meditado: «Bendito sea Jehová, porque oyó la voz de mis súplicas» (Salmos 28:6). Que este versículo nos inspire a confiar en Dios en todo momento y a llevar nuestras preocupaciones ante él en oración. Que nunca olvidemos que nuestro Dios es un Dios que escucha y responde a nuestras súplicas.

Queridos hermanos y hermanas, que este servicio sea una experiencia transformadora en la presencia del Señor. Que nuestros corazones sean renovados, nuestras cargas sean aliviadas y nuestra fe sea fortalecida. Que salgamos de este lugar con una nueva pasión por servir a Dios y amar a nuestros semejantes.

Que el amor y la gracia de nuestro Señor Jesucristo estén con cada uno de ustedes. ¡Bendiciones abundantes!

Versículo para abrir servicio: «Bendito sea Jehová, porque oyó la voz de mis súplicas» (Salmos 28:6).