Texto Bíblico Para Funeral Reina Valera 1960
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy nos reunimos aquí para despedir a un ser querido, un ser amado que ha partido hacia la presencia del Señor. En momentos como este, encontramos consuelo en las palabras de nuestro amado Señor Jesús, quien nos prometió que él estaría con nosotros hasta el fin de los tiempos (Mateo 28:20). A través de las Sagradas Escrituras, encontramos paz y esperanza en medio del dolor y la pérdida.
Cuando enfrentamos la muerte, a menudo nos encontramos con una mezcla de emociones. Por un lado, sentimos un profundo dolor por la ausencia de nuestro ser querido, pero al mismo tiempo, también tenemos la certeza de que ellos han sido recibidos en los brazos amorosos de nuestro Padre celestial. En momentos como este, recordamos las palabras del apóstol Pablo, quien nos aseguró que «para los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien» (Romanos 8:28).
Es importante recordar que la muerte no tiene la última palabra. Nuestro Señor Jesús venció la muerte y nos dio la promesa de la vida eterna. En Juan 11:25-26, Jesús nos dice: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente». Estas palabras nos llenan de esperanza y nos recuerdan que aunque nos duela la partida de nuestro ser amado, ellos están ahora en la presencia de Dios, en un lugar donde no hay más llanto ni dolor (Apocalipsis 21:4).
En momentos de pérdida, también encontramos consuelo en las palabras del Salmo 23. Este hermoso salmo nos recuerda que el Señor es nuestro pastor y que nada nos faltará. Él nos guía por sendas de justicia y nos acompaña incluso en los valles más oscuros. Su vara y su cayado nos consuelan y nos dan fortaleza para seguir adelante. No importa cuán difícil sea el camino, podemos confiar en que el Señor está a nuestro lado (Salmo 23:4).
Cuando enfrentamos la partida de un ser querido, también podemos encontrar consuelo en la promesa de que un día nos reuniremos con ellos en la presencia del Señor. En 1 Tesalonicenses 4:13-14, el apóstol Pablo nos dice: «Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él». Esta promesa nos da la tranquilidad de saber que nuestra separación de nuestros seres queridos es solo temporal y que un día estaremos reunidos en la presencia del Señor.
Hoy, mientras nos despedimos de nuestro ser querido, recordamos estas palabras de consuelo y esperanza. Si bien es natural sentir tristeza y dolor ante la pérdida, también podemos encontrar consuelo en la certeza de que nuestro Padre celestial cuida de nosotros y nos sostiene en momentos de aflicción. Que en medio de nuestro dolor, podamos encontrar consuelo en las promesas de Dios y en su amor incondicional.
Texto Bíblico Para Funeral Reina Valera 1960
Queridos hermanos y hermanas, a medida que nos despedimos de nuestro ser querido, recordemos que aunque la muerte pueda parecer el final, en realidad es solo el comienzo de una nueva vida en la presencia de nuestro Salvador. En momentos como este, encontramos consuelo en las palabras de Jesús, quien nos aseguró que él prepararía un lugar para nosotros en su casa (Juan 14:2). Nuestro ser querido ha sido recibido en ese lugar de descanso y paz, donde no hay más sufrimiento ni dolor.
Si bien nos duele su partida, también podemos encontrar consuelo en la promesa de que un día nos reuniremos con ellos en la presencia del Señor. En 1 Corintios 15:51-52, Pablo nos dice: «He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados». Esta promesa nos da la esperanza de que un día nos reuniremos con nuestro ser querido y estaremos juntos por toda la eternidad.
En momentos de pérdida, también podemos encontrar consuelo en la certeza de que nuestro Padre celestial está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido (Salmo 34:18). Él nos sostiene en sus brazos amorosos y nos da la fuerza para seguir adelante. Aunque el camino pueda parecer oscuro y doloroso, podemos confiar en que Dios está con nosotros y nos guiará a través de cada paso.
Hoy, mientras nos despedimos de nuestro ser querido, recordemos que aunque nos duela su partida, podemos confiar en las promesas de nuestro amado Señor. Él nos consuela en medio de nuestro dolor y nos da la esperanza de una vida eterna junto a él. Que en medio de nuestro dolor, podamos encontrar paz y consuelo en su presencia y en su amor inagotable.
Texto Bíblico Para Funeral Reina Valera 1960
Queridos hermanos y hermanas, hoy nos despedimos de nuestro ser querido, pero recordemos que aunque la muerte pueda parecer el final, en realidad es solo el comienzo de una nueva vida en la presencia de nuestro Salvador. En momentos como este, encontramos consuelo en las palabras de Jesús, quien nos aseguró que él es el camino, la verdad y la vida, y que nadie viene al Padre sino por él (Juan 14:6). Nuestro ser querido ha sido recibido en la presencia de Dios a través de la fe en Jesús.
Si bien nos duele su partida, también podemos encontrar consuelo en la promesa de que un día nos reuniremos con ellos en la presencia del Señor. En 1 Tesalonicenses 4:16-17, el apóstol Pablo nos dice: «Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor». Esta promesa nos llena de esperanza y nos recuerda que no es un adiós definitivo, sino un hasta luego.
En momentos de pérdida, también encontramos consuelo en la presencia del Espíritu Santo, quien nos consuela y nos guía en medio de nuestro dolor. En Juan 14:16, Jesús nos promete que el Padre enviará al Consolador, el Espíritu Santo, para que esté con nosotros para siempre. A través de su presencia en nuestras vidas, encontramos paz y fortaleza para seguir adelante.
Hoy, mientras nos despedimos de nuestro ser querido, recordemos estas palabras de consuelo y esperanza. Si bien es natural sentir tristeza y dolor ante la pérdida, también podemos encontrar consuelo en la certeza de que nuestro Padre celestial cuida de nosotros y nos sostiene en momentos de aflicción. Que en medio de nuestro dolor, podamos encontrar consuelo en las promesas de Dios y en su amor incondicional.
Texto Bíblico Para Funeral Reina Valera 1960