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Versículos de Bautismo: 50 Versículos de la Reina Valera 1960


Versículos De Bautismo Reina Valera 1960: Una recopilación de 50 versículos bíblicos.

1. Mateo 28:19-20 – «Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.»
2. Marcos 16:16 – «El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.»
3. Hechos 2:38 – «Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.»
4. Hechos 22:16 – «Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.»
5. Romanos 6:3-4 – «¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.»
6. Gálatas 3:27 – «Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.»
7. Colosenses 2:12 – «sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.»
8. 1 Pedro 3:21 – «El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo.»
9. Juan 3:5 – «Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.»
10. Efesios 4:5 – «un Señor, una fe, un bautismo.»

11. Hechos 8:12 – «Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.»
12. Hechos 8:36-38 – «Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.»
13. Hechos 10:47-48 – «Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús.»
14. Hechos 16:15 – «Cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.»
15. Hechos 16:33 – «Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.»
16. Hechos 18:8 – «Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados.»
17. Hechos 19:5 – «Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. Eran por todos unos doce hombres. Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios. Pero cuando algunos se endurecieron y no creyeron, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó de ellos y apartó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno. Y esto fue por espacio de dos años; de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor. Hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían. Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quién sois? Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, y huyeron desnudos y heridos de aquella casa. Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Efeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús. Así crecía poderosamente la palabra del Señor y prevalecía. Pasados estos sucesos, Pablo tomó la determinación de recorrer Macedonia y Acaya, y después de haber estado allí dos meses, volvió a pasar por Macedonia. Yendo luego a Grecia, permaneció allí tres meses. Y como los judíos le tendieran una celada cuando iba a embarcarse para Siria, determinó regresar por Macedonia. Le acompañaron hasta Asia, Sópater, de Berea, hijo de Pirro; de Tesalónica, Aristarco y Segundo; Gayo, de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo. Estos, yéndose delante, nos esperaron en Tróade. Pero nosotros, después de los días de los panes sin levadura, navegamos de Filipos, y en cinco días nos reunimos con ellos en Tróade, donde nos quedamos siete días. El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. Había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos. Y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo mientras Pablo disertaba largamente, vencido por el sueño, cayó desde el tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Pero descendiendo Pablo se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. Y subiendo otra vez, partió el pan y comió, y habló largamente hasta el alba; y así salió. Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente consolados.»

18. Hechos 22:16 – «Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.»
19. Romanos 6:3-4 – «¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.»
20. Gálatas 3:27 – «Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.»

21. Colosenses 2:12 – «sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.»
22. Efesios 4:5 – «un Señor, una fe, un bautismo.»
23. 1 Pedro 3:21 – «El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo.»
24. Juan 3:5 – «Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.»
25. Mateo 3:16 – «Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.»
26. Marcos 1:8 – «Yo a la verdad os he bautizado en agua; pero él os bautizará en Espíritu Santo.»
27. Hechos 1:5 – «Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.»
28. Hechos 10:48 – «Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús.»
29. Hechos 19:3-5 – «Entonces dijo: ¿Pues en qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.»
30. Lucas 3:16 – «Respondiendo Juan, les dijo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.»

31. Hechos 8:12 – «Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.»
32. Hechos 8:36-38 – «Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.»
33. Hechos 10:47-48 – «Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús.»
34. Hechos 16:15 – «Cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.»
35. Hechos 16:33 – «Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.»
36. Hechos 18:8 – «Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados.»
37. Hechos 19:5 – «Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. Eran por todos unos doce hombres. Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios. Pero cuando algunos se endurecieron y no creyeron, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó de ellos y apartó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno. Y esto fue por espacio de dos años; de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor. Hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían. Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quién sois? Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, y huyeron desnudos y heridos de aquella casa. Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Efeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús. Así crecía poderosamente la palabra del Señor y prevalecía. Pasados estos sucesos, Pablo tomó la determinación de recorrer Macedonia y Acaya, y después de haber estado allí dos meses, volvió a pasar por Macedonia. Yendo luego a Grecia, permaneció allí tres meses. Y como los judíos le tendieran una celada cuando iba a embarcarse para Siria, determinó regresar por Macedonia. Le acompañaron hasta Asia, Sópater, de Berea, hijo de Pirro; de Tesalónica, Aristarco y Segundo; Gayo, de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo. Estos, yéndose delante, nos esperaron en Tróade. Pero nosotros, después de los días de los panes sin levadura, navegamos de Filipos, y en cinco días nos reunimos con ellos en Tróade, donde nos quedamos siete días. El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. Había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos. Y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo mientras Pablo disertaba largamente, vencido por el sueño, cayó desde el tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Pero descendiendo Pablo se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. Y subiendo otra vez, partió el pan y comió, y habló largamente hasta el alba; y así salió. Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente consolados.»

38. Hechos 22:16 – «Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.»
39. Romanos 6:3-4 – «¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.»
40. Gálatas 3:27 – «Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.»