¡La resurrección de Cristo nos da nueva vida!
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero compartir con ustedes un pasaje bíblico que nos llena de esperanza y nos recuerda el gran regalo que hemos recibido a través de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. La cita bíblica que quiero destacar es Romanos 6:4, que dice: “Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”.
Este versículo nos habla de un acto simbólico pero poderoso: el bautismo. Mediante el bautismo, somos identificados con la muerte y resurrección de Jesús. Cuando somos sumergidos bajo el agua, simbolizamos nuestra unión con Cristo en su muerte. Pero eso no es todo, porque así como Cristo resucitó de entre los muertos, también nosotros resucitamos a una nueva vida en Él.
Imaginen por un momento el poder de esta verdad. Al aceptar a Jesús como nuestro Salvador y ser bautizados, dejamos atrás nuestra antigua manera de vivir y nos levantamos con una vida completamente nueva. Ya no estamos esclavizados por el pecado, sino que hemos sido liberados por la obra redentora de Cristo en la cruz. Ahora, somos capaces de vivir una vida en comunión con Dios, en obediencia a su palabra y en plenitud de su amor.
La resurrección de Cristo no solo nos da vida eterna, sino también nos permite experimentar una transformación radical en esta vida terrenal. Somos llamados a vivir una vida nueva, una vida que refleje la belleza y el amor de nuestro Salvador. Ya no somos los mismos, porque hemos sido resucitados junto con Cristo.
Queridos hermanos y hermanas, es crucial recordar la importancia de esta verdad en nuestro diario vivir. Muchas veces, podemos caer en la tentación de vivir como si no hubiéramos sido resucitados con Cristo. Podemos dejarnos llevar por las preocupaciones y ansiedades de este mundo, olvidando que somos ciudadanos del reino de Dios. Pero, ¡no debemos permitir que esto suceda!
Recordemos siempre que somos llamados a una vida de victoria en Cristo. Somos llamados a vivir en obediencia a su palabra, a amar a nuestro prójimo y a ser testigos vivientes de su gracia y misericordia. No importa cuáles sean las dificultades que enfrentemos, siempre debemos recordar que hemos sido resucitados con Cristo y que su poder reside en nosotros.
En conclusión, Romanos 6:4 nos recuerda la maravillosa verdad de nuestra resurrección con Cristo. A través del bautismo, hemos sido unidos con Él en su muerte y resurrección, y ahora tenemos una nueva vida en Él. Esta vida nueva nos capacita para vivir en victoria sobre el pecado y para reflejar la gloria de Dios en todo lo que hacemos.
Que este versículo sea un recordatorio constante en nuestras vidas, para que podamos vivir cada día con la certeza de que somos hijos e hijas de Dios, resucitados con Cristo y llamados a una vida nueva en Él. Que nuestra vida sea un testimonio vivo de su amor y poder transformador.
“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva” (Romanos 6:4).
Dios les bendiga abundantemente.
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